domingo, 27 de septiembre de 2009

El deseable impacto de la Web 2.0 en mi quehacer docente

Introduciendo notas preliminares

Pensar en la sociedad de la información no sólo no lleva a vislumbrar la información como nuevo bien social sino como una herramienta que nos permite hacernos cargo del uso de esta información y la posibilidad de que se difunda con un sentido determinado.

¿Desde dónde reflexionar las posibilidades educativas que se pueden crear desde la Web 2.0?

Sin lugar a dudas las nuevas posibilidades de producción, difusión e intercambio de información que ofrece la Web 2.0 en relación a la Web 1.0 son muchas, particularmente desde el cambio que se produjo en la producción de nuevos contenidos por parte de los usuarios, no más bajo la dependencia de un webmaster.

Resulta sumamente interesante las implicaciones que esta nueva dinámica adquiere en torno al poder sobre el uso y manejo de la información, que no hace mucho detentaban los grandes medios de comunicación masiva, y que ahora bajo la denominación de micromedios (desde el uso de la información, generar nuevas publicaciones e intercambiarlas con otros usuarios al instante) representan no sólo una competencia sino su posible abolición.

Es muy rica la gama de herramientas que ofrece la Web 2.0 para manejar, intercambiar y editar todo tipo de materiales (textos, vídeo, sonido, etc.) sin embargo la posibilidad de que estos documentos adquieran un valor educativo depende de los propósitos que se persigan.

Hablar de redes sociales implica un proyecto de base que moviliza y motiva a los sujetos que hacen uso concreto de la información que circula por tanto implica una responsabilidad sobre el valor de esta contenido, me parece que ahí esta una primera problemática que asumir, si la posibilidad de los micromedios es hacer publica una información y generar nuevas producciones particulares según se desee, ¿cuál es el fin educativo que se persigue? esto por supuesto nos permite acotar que estos medios como tal son herramientas para forjar aprendizajes específicos desde una propuesta educativa de base que puede o no estar en el espacio virtual, pero que de producirse ahí puede extrapolar propuestas para mejorar los intercambios en la vida cotidiana, o hacer énfasis en la importancia que adquiere el trabajo en comunidad desde el hogar, la escuela, el trabajo, etc., utilizando el medio virtual para reforzar estás relaciones sociales, valga la necesidad de promover la red social en este sentido.

Me parece entonces que toda experiencia de aprendizaje virtual debe ser recuperada como insumo, en este sentido parto de la idea de educación donde el referente de educador y educando no es fijo, esto es, resulta necesario que se reconozcan distintos referentes a través de los cuales se construye una relación con el conocimiento, no necesariamente desde la relación educador-educando, vale ahora preguntarnos sobre la relación comunicativa entre docentes y alumnos y la relación entre TIC y jóvenes, ¿quién o qué educa? ¿quién asume esta responsabilidad? ¿qué implica educar como regulación social no virtual?

Hasta aquí mi reflexión